Sin flashes, Cristina visita el mausoleo de Kirchner

En medio de un fuerte operativo de seguridad -que incluyó la prohibición de periodistas y cámaras- Cristina Fernández arribó pasado el mediodía al cementerio de Río Gallegos para visitar el mausoleo de Néstor Kirchner quien este martes (25/02) cumpliría 64 años. Ingresó con dos ramos de flores.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Cristina Fernández arribó este mediodía, minutos antes de las 13.00, al mausoleo del cementerio de Río Gallegos para visitar la tumba de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, quien este martes (25/02) cumpliría 64 años. Según informa la agencia OPI Santa Cruz, el operativo de seguridad fue extremo.

 

La custodia se ocupó de advertir que “no quiere prensa”, al impedir el ingreso de periodistas, “porque es un momento privado y la señora quiere preservar esta ceremonia íntima”.

 

El actual secretario de Desarrollo Comunitario de Río Gallegos, Daniel Álvarez, ofició una vez más de chofer y llevó hasta el cementerio local a la Presidente, quien ingresó al Mausoleo construído por Lázaro Báez. Ingresó junto a dos secretarios, que llevaban un ramo de flores cada uno.

 

Cristina llegó anoche a Río Gallegos y permaneció en su domicilio de esta capital, hasta que este mediodía se desplazó hasta el cementerio.  

 

De acuerdo a los datos que pudo relevar OPI Santa Cruz, a las 09:30 llegó al aeropuerto internacional de Río Gallegos el Tango 03, con algunos funcionarios nacionales y otras personas que rápidamente fueron llevados a un hotel céntrico. A las 12:30 arribó un avión privado (Mat LV-CPL) del cual bajó Antonio Caló de la CGT Oficialista y cuatro personas más que también tuvieron como destino un hotel de Gallegos.

 

Esta mañana, Cristina Fernández compartió una imagen en su cuenta de Facebook donde se lo podía ver a Kirchner abrazado por chicos de una escuela. Sólo escribió "Néstor Kirchner" (ver nota relacionada).

 

# "Hoy no"

 

La consigna de la seguridad presidencial ante las cámaras de OPI y La Nación, fue “hoy no”. Los fotógrafos fueron impedidos de tomar fotografías y los cronistas de trabajar. Los datos que aporta OPI fueron filtrados por personas del propio riñón presidencial y a través de la observación de empleados municipales, lo cuales tenían una expresa advertencia de no contar, facilitar ni responder a la requisitoria periodística.

 

“La noté desmejorada, muy delgada y como agobiada”, fue la descripción de un empleado municipal, que vio pasar de cerca a la mandataria.